Argentina soporta sequía más severa de los últimos 20 años

Las pérdidas en la ganadería, la producción de granos y otros superan los 500 millones de dólares.
Buenos Aires, (BBC Mundo).- Argentina, uno de los mayores productores mundiales de granos y carnes, sufre la peor sequía en al menos dos décadas, con cuantiosas pérdidas de cosechas y animales y pocas perspectivas de alivio inmediato.
El fenómeno afecta a buena parte del país, pero se concentra en una amplia franja que va desde el centro-este al noreste del territorio argentino, incluyendo parte de Buenos Aires y de Santa Fe, dos importantes provincias agropecuarias.
Campos con vegetación escasa o amarillenta, tierra dura y resquebrajada, y vacas flacas o muertas conforman el escenario en las áreas más afectadas.
Según cálculos preliminares públicos y privados, las pérdidas por la sequía suman más de 500 millones de dólares en agricultura y ganadería.
La falta de precipitaciones ha reducido notoriamente la superficie de siembra de trigo y maíz. Además ha disminuido en unas 700.000 cabezas el número de vacas, cuyo alimento vegetal es escaso o nulo por la escasez de agua.
Los ganaderos deben vender los animales rápidamente, antes de perderlos.
Esto no sólo implica la pérdida de hembras para reproducción, lo que en el futuro puede hacer peligrar la producción de carne y leche, sino que además deprime los precios en el mercado.
Estos perjuicios económicos se suman a un quebranto de miles de millones de dólares ya registrado en la producción agropecuaria durante el conflicto entre el campo y el gobierno, entre marzo y junio.
RAZONES
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la sequía se debe a una disminución de las lluvias desde 2007 como consecuencia de una conjunción de factores climáticos.
El director operativo del SMN, Víctor Jorge Leis, explicó a BBC Mundo que una de las causas es el fenómeno de “La Niña”.
“Lo que provoca ‘La Niña’ es un enfriamiento por debajo del promedio de la temperatura del mar a la altura del ecuador. El agua a su vez enfría el aire, que por estar unos dos grados por debajo de lo normal absorbe menos vapor y trae menos lluvias”.
“A esto debe sumarse que el invierno (austral) ha sido más seco que de costumbre”, añadió Leis. “La situación tiende a revertirse, pero no en lo inmediato”.
Los climatólogos coinciden en que la actual sequía es comparable con la que afectó a Argentina en 1988/89. Sin embargo, algunas zonas del país han registrado los niveles de lluvia más bajos en casi cinco décadas.
El hecho no deja de llamar la atención en una nación que, al estar surcada por grandes ríos, suele sufrir inundaciones y que comparte con sus vecinos el acuífero Guaraní, una de las reservas naturales de agua dulce más grandes del mundo.
DESOLADOR
En medio de la sequía, los agricultores describen un panorama “desolador” tanto desde el punto de vista ambiental como económico.
Cristian Roca, un productor del sur de la provincia de Santa Fe, una de las zonas más afectadas del país, comentó a BBC Mundo: “Acá la última lluvia más o menos normal cayó en enero. Después, casi nada”.
“Lo poco que sembramos de trigo, maíz y arveja se está perdiendo. Algunos han preferido no cultivar nada, porque no están en situación de arriesgarse”, añadió.

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