Godelier, el antropólogo de los economistas

De aquella aventura académica surgió un trabajo que hasta hoy es un referente alrededor del mundo para el análisis antropológico. Además, esta labor inspiró la producción de obras audiovisuales. En especial destaca su trabajó con los baruyas de Papúa Nueva Guinea. Sus estudios, resumidos en la publicación La producción de grandes hombres, demostraron que en esta etnia el poder no surge de la acumulación de bienes que da lugar a la estratificación de clases. En cambio, se basa en el éxito en la dirección de la guerra y el control de la magia.
El viernes, las maletas del destacado profesional francés, de 76 años, se posaron al fin en territorio boliviano. El también filósofo llegó para ser parte de la Reunión Anual de Etnología, organizada por el Museo Nacional de Etnografía y Folklore, y de las charlas de la Universidad de Todos los Saberes, que son impulsadas por la Embajada de Francia.
Siempre inmerso en los modelos matemáticos y en la gran discusión sobre la economía de mercado, más que la discusión sobre el capitalismo y socialismo, el francés se interesó por las sociedades existentes enmarcadas en uno de esos esquemas. En tal proceso estudia cómo en África el capitalismo termina actuando sobre estructuras locales. Lo que resulta en la enseñanza de la Antropología económica”, describe el economista Xavier Iturralde. Godelier es un convencido de que la identidad cultural es un hecho político central en la vida de un país.
De allí su interés por conocer Bolivia, “un lugar muy particular por la composición étnica de su población y por irrupción de una nueva manera de gobernar”, explicó Godelier desde Santa Cruz.
El antropólogo, filósofo y filólogo permanecerá en Bolivia una semana. Tiene previsto visitar comunidades rurales como Tarabuco (Chuquisaca) y circundantes al lago Titicaca (La Paz). Asimismo, busca conocer El Alto. Sin embargo, lo más importante para él será escuchar la opinión de los profesionales bolivianos sobre la realidad social del país.
El francés brindará cuatro conferencias. Tres de ellas estarán abiertas a todo público. La primera será el martes 24, a las 19.00, en el Musef (c. Ingavi). El tema es ‘Comunidad, sociedad, cultura: tres claves para entender identidades en conflicto’. El miércoles 25, a las 19.00, en la UCB, hablará de la ‘Actualidad de la Antropología y de las Ciencias Sociales’.
Y el jueves 26, a las 19.00, tratará ‘En el mundo de hoy, la Antropología es más importante que nunca’. Será en el Musef.
- ¿Cuál es el rol de las Ciencias Sociales en este momento de cambio que vive Bolivia?
- Hay tres especialidades de las Ciencias Sociales que son de prioridad y que hay que combinarlas. La Historia, porque gran parte de la realidad de hoy viene del pasado. No se podría entender los conflictos al interior del Islam sin estudiar su pasado. Aquí en Bolivia, de igual manera, sería imposible no conocer ni tomar en cuenta la historia poscolonial y la colonial.
La segunda es la combinación de la Antropología y la Sociología. La Antropología en el terreno porque hay que vivir con la población de una sociedad para entenderla y en eso la metodología de la Antropología es muy poderosa. La tercera disciplina es la Economía.
El momento en el cual vivimos, desde por lo menos 10 años atrás, es el momento más provechoso para las Ciencias Sociales. Es un momento donde se ve la utilidad de las Ciencias Sociales de manera más evidente. Se demuestra que no es necesaria sólo una Ciencia Social, sino muchas para entender el mundo y que su complejidad no es solamente entendida desde la Economía. Si se pondría la Economía en primer rango como paradigma esencial, no se podría entender nada del Islam o de la China, por ejemplo. Es el momento más interesante para las Ciencias Sociales, no para suprimirlas en los estudios. Es el momento de desarrollarlas más que antes.
- ¿Cuál es la importancia de la Antropología hoy en día en América Latina?
- Cuando yo era joven ya era muy importante. Había una escuela muy fuerte que se impulsaba desde Perú, Chile, México y Brasil y que actualmente se encuentra bien desarrollada. En América Latina es una disciplina de las Ciencias Sociales muy dinámica y que ha dado paso a una Antropología más urbana. Antes, la mirada se centraba en las comunidades indígenas. Pero las Ciencias Sociales cambiaron en función del contexto político. Hace 40 años, la Antropología en América del Sur era revolucionaria en el sentido político. El marxismo y el estructuralismo dominaban la Antropología mundial y, particularmente, la desarrollada en América Latina.
Hace 10 años esta región estuvo muy influenciada por la Antropología posmodernista de EEUU. Para ella, lo importante era el individuo. Rechazaba totalmente la consideración de los sistemas sociales y económicos. Pero ahora, con la crisis del sistema del capitalismo, la noción del sistema vuelve como algo muy importante. Hay que recalcar que actualmente no vivimos una crisis del individuo, es una crisis del sistema.
- ¿Cuánto de lo que ha escrito y aportado a la teoría antropológica tiene de pertinencia en la actualidad?
- Mi posición teórica actual es que las relaciones sociales —que pesan mucho más en la vida y en la evolución de las sociedades— son las relaciones políticas y, en muchos países, las política-religiosas. La familia no es el fundamento de la sociedad, ni tampoco lo es el parentesco. Sin embargo, siempre se dice que con la familia comienza una sociedad. Yo sostengo que no es así, pero a los antropólogos, en general, les gusta decir eso porque son especialistas en la familia y en el parentesco.
Para fabricar una sociedad, históricamente, no ha sido necesario el parentesco ni tampoco el hecho de las relaciones económicas. Francia y Alemania son países capitalistas que tienen el mismo sistema. Pero lo que las diferencia es la historia política, cultural y religiosa. Francia, por ejemplo, separó la política de la religión. El verdadero problema es saber cómo se consolida la soberanía de algunos grupos en un territorio.
No hay que olvidar que cuando un pueblo coloniza a otro, inmediatamente el pueblo colonizado pierde esa soberanía. Entonces no elige su desarrollo. Éste dependerá de lo que elige el pueblo que lo ha colonizado. Entonces, la Economía en la historia mundial ha jugado papeles distintos en función de la época y de los sistemas sociales. En los sistemas sin castas, por ejemplo, la Economía no juega un papel tan importante. Cuando existe una jerarquía de castas, como en India, el sistema se rompe cuando la Economía no funciona.
Es así que la Economía llega a jugar un papel distinto en la historia cuando existen irregularidades sociales que son muy profundas. Y cuando el monopolio político y religioso está en las manos de algunos grupos sociales, la Economía entonces comienza a ser uno de los elementos fundamentales de cualquier sociedad. Pero, a pesar de ello, nunca la Economía es suficiente para el nacimiento de una sociedad en particular.
- ¿Usted cree que la Antropología económica ha servido para entender a las comunidades andinas?
- Sí, pero no es suficiente. La Antropología económica sirve para entender la cultura local de la comunidad, las relaciones entre las familias o la que se desarrolla entre los poderosos y los menos poderosos. Pero si el antropólogo de hoy olvida que la comunidad existe en un contexto nacional e internacional, esto sería un grave error.
Fuente : http://www.la-razon.com/version_te.php?ArticleId=127&EditionId=2267&ids=26
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