martes, 28 de diciembre de 2010

El cambio climático costaría 1% del PIB anual a América Latina


El estudio La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe. Síntesis 2010, que considera que el calentamiento global será un factor condicionante esencial en las características y opciones del desarrollo económico de este siglo en la región, fue presentado en el marco de la XVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (conocida como COP 16), que se realizó en Cancún, México.
El informe entrega un complemento del análisis socioeconómico de las implicaciones del cambio climático, sobre la base de estudios nacionales y sectoriales que se desarrollan en la región. Su versión inicial fue presentada por la CEPAL en la COP 15 (2009, Copenhague).
El informe 2010 señala que en los países templados de la región, el cambio climático provocaría una pérdida equivalente a alrededor de 1% del producto anual entre 2010 y 2100, en el escenario de más altas emisiones analizado (A2 del Panel Intergubernamental de Cambio Climático), costo que sería mayor en los países andinos, Centroamérica y Caribe. El 1% del PIB es superior al porcentaje anual promedio que los gobiernos de la región gastan en investigación y desarrollo (0,63% del PIB en 2007) y al presupuesto de la mayoría de los ministerios de medio ambiente.
En su informe del 2009, la CEPAL ya había advertido que el cambio climático global costaría en torno al 137% del PIB del 2007 de América Latina y el Caribe para el 2100. En otras palabras, el crecimiento se verá reducido sin una mitigación global seria, si no se implementan planes nacionales de adaptación y mitigación al cambio climático.
“El cambio tecnológico espontáneo no va a ser suficiente para reducir las concentraciones globales de gases de efecto invernadero. Se requiere una reforma profunda de los mercados nacionales y globales para que funcionen correctamente desde el punto de vista del cambio climático; es decir, que actúen en favor de una economía menos intensa en carbono, en el marco de un desarrollo sostenible con igualdad e inclusión social”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.“Esto requiere una sucesión de pactos públicos y privados de gran alcance, y los consensos sociales que los hagan viables”, agregó.
El informe 2010 señala que, a pesar de ser la segunda región del mundo que menos emite gases de efecto invernadero (GEI), América Latina y el Caribe podrían sufrir consecuencias significativas del impacto del cambio climático sobre la población, los ecosistemas y las actividades económicas.
La región es altamente vulnerable a eventos climáticos extremos, aumento de la temperatura, modificaciones en patrones de precipitación, reducción de la criósfera (superficie de la Tierra cubierta por hielo), alza del nivel de mar, sequías, inundaciones y huracanes. Si no se toman las medidas necesarias, para fines de siglo, se prevén pérdidas importantes en el sector agrícola, en la biodiversidad y fuertes presiones sobre la infraestructura de la región.
Para 2100 la CEPAL calcula que, en Centroamérica, el incremento de la temperatura atmosférica y del mar, la reducción y la inestabilidad del régimen de lluvias, el aumento del nivel del mar, las sequías y huracanes, tendrán repercusiones en la producción, la infraestructura, los medios de vida, la salud y la seguridad de la población, además de debilitar la capacidad del ambiente para proveer recursos y servicios vitales.
El costo acumulado del fenómenoEn Centromérica, el costo acumulado del fenómeno a 2100, en el escenario más pesimista, es equivalente a 73.000 millones de dólares, aproximadamente 54% del PIB centroamericano del 2008 a valor presente, con una tasa de descuento de 0,5%. Este costo está relacionado a los impactos en cuatro áreas: agricultura, recursos hídricos, biodiversidad y aumento e intensidad de huracanes y tormentas tropicales.
Belice, por ejemplo, podría acumular, para fines de siglo, pérdidas equivalentes al total de su PIB del 2008.
En cambio en Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay y Perú las tierras degradadas oscilarían entre 22% y 62% del territorio.
El informe estima que también disminuirá la disponibilidad de agua, sobre todo en los países de Centroamérica y en parte de América del Sur.
El alza del nivel del mar provocaría desplazamientos de poblaciones y se perderían tierras por inundaciones permanentes. Podrían desaparecer los manglares en las costas bajas de Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa y Guyana. Un aumento de 3ºC de la temperatura global provocaría también una caída en las precipitaciones sobre la Amazonía, amenazando la biodiversidad más grande del planeta.
La atmósfera es un bien públicoEl informe de la CEPAL prevé, para Chile, un aumento de la temperatura general en torno a 4ºC hacia fines de siglo y un retroceso importante de los glaciares; podría llegar a perder el equivalente a 1,1% del PIB, anualmente, hasta 2100 (entre $us 22.000 millones y $us 320.000 millones en el escenario más pesimista). En el caso de Ecuador, para fines de siglo se esperan incrementos de temperatura por sobre los 4,2ºC en promedio en la totalidad de su territorio. Debido al elevamiento del mar, el ecosistema único de las islas Galápagos se vería seriamente afectado.
“La atmósfera es un bien público global, cuyo acceso ha sido libre. Su preservación para las generaciones futuras es un deber actual ineludible y por ello debemos desarrollar las instituciones y las políticas para una adaptación oportuna e informada”, recalcó CEPAL.
El informe fue elaborado por la CEPAL, con la colaboración de los gobiernos de Alemania, Dinamarca, España y Reino Unido; la Unión Europea, el BID, el Mecanismo Mundial de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y una amplia red de instituciones académicas. http://www.cepal.org/

Enlace : http://www.la-razon.com/version_fi.php?ArticleId=454&EditionId=2390&ids=54

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