Cooperación al desarrollo, asignatura en crisis

«Es muy difícil cooperar al desarrollo desde este escenario, donde cada día hay nuevas necesidades y aumenta la complejidad para aportar recursos», afirmó ayer en Avilés el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Juan Pablo de Laiglesia, minutos antes de intervenir en la jornada de clausura del seminario sobre cooperación y economía social que organizaron las asociaciones Asata y Coceta en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones de Avilés. De Laiglesia incidió en la necesidad de trabajar coordinadamente para lograr recursos suficientes con los que ayudar a los países más desfavorecidos. Las empresas privadas, a juicio de De Laiglesia, deben participar en la ejecución de tareas de responsabilidad social corporativa. «Al principio, las empresas colaboraban con los países más pobres para hacerse querer, ahora es una filosofía y muchas llevan tiempo buscando cómo colaborar, quien no lo hace es porque se está quedando atrás», destacó el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y añadió: «Aun así, nos gustaría que este tipo de aportación procedente de la iniciativa privada fuera mayor, la responsabilidad social corporativa va más allá del desarrollo sostenible». Juan Pablo de Laiglesia afirmó, además, que la actual situación económica mundial ya afecta a los países en vías de desarrollo. «Están en peligro avances que ya parecían consolidados, cada día nos costará más prestar servicios básicos que se ofrecían hasta ahora», dijo casi al tiempo que subrayó que la reasignación de recursos para el desarrollo depende de decisiones políticas. «En España, el Gobierno de Zapatero no va a levantar el pie del acelerador: la cooperación al desarrollo aporta seguridad y sucumbir a la tentación de levantar el pie es, a corto plazo, una irresponsabilidad. Sería ir contra los intereses de nuestra sociedad», sentenció. El director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo adelantó, a su vez, que el segundo plan director -el primero finaliza este año- establece prioridades sectoriales y geográficas de cooperación, además del fomento de iniciativas público-privadas. Los fondos, precisó, se reparten entre América Latina, el Mediterráneo, los países árabes, África subsahariana y Asia. «En Latinoamérica trabajamos con 21 países, pero esperamos consolidar recursos en África, donde el número de países en vías de desarrollo es mayor y se concentran más problemas», dijo. Destacó, en este sentido, que en estos países las políticas de migración y cooperación se dan la mano. «Muchas personas no se sentirían forzadas a emigrar si en sus países no hubiera ausencia de oportunidades», concluyó. El seminario organizado por la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado (Asata) y la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (Coceta) contó, además, con la participación de Paulina Beato, asesora de la secretaria general iberoamericana, de José Manuel Ruiz, consejero delegado de Fondo Formación Euskadi, y de Juan Manuel Rodríguez, director de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional. A la clausura del congreso asistieron también representantes de los gobiernos regional y municipal.
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