Un millón de hectáreas de papa en países en desarrollo

Agricultoras en un campo de papa de Asia. Los materiales del CIP han tenido un impacto significativo en los países más pobres del mundo en desarrollo.
Las variedades de papa mejoradas a partir de materiales del Centro Internacional de la Papa (CIP) u obtenidas con apoyo del Centro actualmente son sembradas a lo largo y ancho de un millón de hectáreas en todo el mundo. Esta estadística ha sido obtenida de una encuesta realizada entre 23 programas nacionales de mejoramiento de papa de los países en desarrollo en Asia, el sub Sahara africano y América Latina, que en conjunto representan más del 80 por ciento de la superficie y producción de papa del mundo en desarrollo.
Este es un hito importante no solamente para el CIP, que ha venido invirtiendo en mejoramiento de papa desde su creación hace 35 años, sino para la comunidad mundial de investigación agrícola, porque ello ayuda a validar la investigación de los programas de mejoramiento de cultivos. En las pasadas tres décadas, los mejoradores del CIP han encabezado los esfuerzos para desarrollar variedades de papa mejor adaptadas, resistentes a las enfermedades y con mayores rendimientos de manera que puedan convertirse en una fuente confiable de comida e ingresos para los agricultores pobres alrededor del mundo.
Y de acuerdo con los recientes hallazgos, esta inversión de largo plazo está dando sus frutos.
De manera igualmente importante, esta impresionante marca demuestra el continuo interés de los agricultores en la adopción de nuevas variedades mejoradas de papa. Además de identificar las variedades más populares adoptadas por los agricultores, la encuesta (realizada en 2007 y validada durante 2008) obtuvo información sobre la papa en general, la producción de semilla, la puesta en el mercado de nuevas variedades, y la dotación del personal científico, entre otros puntos.
El área total sembrada con variedades de papa desarrolladas por el CIP en los países encuestados se incrementó a 13.1 por ciento. A China le corresponde casi la mitad de ese incremento, en comparación con las cifras de la encuesta anterior, realizada en 1997. Cooperación 88, que cubría casi 120 000 ha en 2007, es la variedad desarrollada por el CIP más adoptada en el mundo.
En el Perú el CIP también ha hecho significativas contribuciones, ya que el área sembrada con la variedad Canchán se ha incrementado en más del doble en sólo diez años, pasando de 26 000 ha a 58 000 ha. Actualmente, esta variedad de papa derivada de materiales del CIP, con altos rendimientos y resistente a la enfermedad del tizón tardío de la papa, que fue puesta en el mercado por el programa nacional de mejoramiento de papa es una variedad predominantemente comercial bien posicionada en el mercado peruano.
Los materiales del CIP han tenido un significativo impacto sobre los países más pobres del áfrica sub sahariana, contribuyendo a mejorar la seguridad alimentaria en el continente africano.
En siete de los ocho países incluidos en la muestra de 2007, las variedades desarrolladas por el CIP conjuntamente con los sistemas nacionales de investigación agraria (SNIA) ocuparon la mayor proporción del total del área sembrada, con 92 000 ha en Ruanda, 30 200 ha en Uganda y 67 000 ha en Kenia. En Kikondo, Tanzania, una variedad distribuida por el CIP y lanzada al mercado por el SNIA respectivo se siembra en 18 000 ha, lo que representa más del 50 por ciento del área total sembrada del país. En Burundi y la República Popular del Congo, las variedades relacionadas con el CIP ocupan casi toda el área de sembríos de papa.
La papa es un cultivo que se propaga en forma vegetativa, susceptible a plagas y enfermedades las que, a su vez, son transmitidas por los tubérculos infectados, y que son usados como semillas en la siembra del año siguiente.
Los materiales mejorados por el CIP han sido de particular importancia para los programas nacionales más pequeños, que no tienen una producción de papa a gran escala que justifique un esfuerzo de mejoramiento de mayor magnitud ni presupuesto para conducir las costosas pruebas de patógenos y eliminación de virus que demandan una gran inversión de tiempo y que son necesarias para un mejoramiento exitoso. El número relativamente grande de variedades adoptadas en el áfrica sub sahariana también da una idea del éxito logrado en el suministro de materiales adaptados a zonas agroecológicas altamente heterogéneas.
Los materiales de mejoramiento del CIP se van a volver más importantes aún en el futuro debido a que la producción de papa en los países en desarrollo está creciendo mucho más rápido de lo previsto. El área y los rendimientos de la papa en las naciones en desarrollo se ha incrementado rápidamente desde inicios de los 60s; la producción ha crecido en más de tres veces y el área de siembra en más del doble.
Con un crecimiento en los rendimientos estimado en dos toneladas por hectárea, la extensa adopción de materiales del CIP ha generado un valor actual neto de más de US$120 millones y tasas de retorno de más de 20 por ciento debido a la inversión sostenida en los programas de mejoramiento de cultivos. Si se siguen desarrollando nuevos materiales y resultan exitosos en resolver las demandas de los agricultores, la superficie sembrada con variedades relacionadas con el CIP continuará incrementando los retornos a la inversión de los programas de mejoramiento de cultivos.
El fortalecimiento de los programas de mejoramiento en los países desarrollados, que buscan materiales avanzados y poblaciones para selección local, aumentará las posibilidades de que las variedades puestas en el mercado compartan su parentesco con los materiales del CIP.
En el actual contexto económico, el papel de la papa como un cultivo de primera necesidad se vuelve más y más importante debido a que los precios de los alimentos se cotizan en niveles más altos que en el pasado. Por lo tanto, el desarrollo y la disponibilidad de variedades apropiadas y tecnologías de cultivos son esenciales para satisfacer la creciente demanda de papa a precios asequibles para los pobres.
Fuente: www.argenpapa.com.ar
Las variedades de papa mejoradas a partir de materiales del Centro Internacional de la Papa (CIP) u obtenidas con apoyo del Centro actualmente son sembradas a lo largo y ancho de un millón de hectáreas en todo el mundo. Esta estadística ha sido obtenida de una encuesta realizada entre 23 programas nacionales de mejoramiento de papa de los países en desarrollo en Asia, el sub Sahara africano y América Latina, que en conjunto representan más del 80 por ciento de la superficie y producción de papa del mundo en desarrollo.
Este es un hito importante no solamente para el CIP, que ha venido invirtiendo en mejoramiento de papa desde su creación hace 35 años, sino para la comunidad mundial de investigación agrícola, porque ello ayuda a validar la investigación de los programas de mejoramiento de cultivos. En las pasadas tres décadas, los mejoradores del CIP han encabezado los esfuerzos para desarrollar variedades de papa mejor adaptadas, resistentes a las enfermedades y con mayores rendimientos de manera que puedan convertirse en una fuente confiable de comida e ingresos para los agricultores pobres alrededor del mundo.
Y de acuerdo con los recientes hallazgos, esta inversión de largo plazo está dando sus frutos.
De manera igualmente importante, esta impresionante marca demuestra el continuo interés de los agricultores en la adopción de nuevas variedades mejoradas de papa. Además de identificar las variedades más populares adoptadas por los agricultores, la encuesta (realizada en 2007 y validada durante 2008) obtuvo información sobre la papa en general, la producción de semilla, la puesta en el mercado de nuevas variedades, y la dotación del personal científico, entre otros puntos.
El área total sembrada con variedades de papa desarrolladas por el CIP en los países encuestados se incrementó a 13.1 por ciento. A China le corresponde casi la mitad de ese incremento, en comparación con las cifras de la encuesta anterior, realizada en 1997. Cooperación 88, que cubría casi 120 000 ha en 2007, es la variedad desarrollada por el CIP más adoptada en el mundo.
En el Perú el CIP también ha hecho significativas contribuciones, ya que el área sembrada con la variedad Canchán se ha incrementado en más del doble en sólo diez años, pasando de 26 000 ha a 58 000 ha. Actualmente, esta variedad de papa derivada de materiales del CIP, con altos rendimientos y resistente a la enfermedad del tizón tardío de la papa, que fue puesta en el mercado por el programa nacional de mejoramiento de papa es una variedad predominantemente comercial bien posicionada en el mercado peruano.
Los materiales del CIP han tenido un significativo impacto sobre los países más pobres del áfrica sub sahariana, contribuyendo a mejorar la seguridad alimentaria en el continente africano.
En siete de los ocho países incluidos en la muestra de 2007, las variedades desarrolladas por el CIP conjuntamente con los sistemas nacionales de investigación agraria (SNIA) ocuparon la mayor proporción del total del área sembrada, con 92 000 ha en Ruanda, 30 200 ha en Uganda y 67 000 ha en Kenia. En Kikondo, Tanzania, una variedad distribuida por el CIP y lanzada al mercado por el SNIA respectivo se siembra en 18 000 ha, lo que representa más del 50 por ciento del área total sembrada del país. En Burundi y la República Popular del Congo, las variedades relacionadas con el CIP ocupan casi toda el área de sembríos de papa.
La papa es un cultivo que se propaga en forma vegetativa, susceptible a plagas y enfermedades las que, a su vez, son transmitidas por los tubérculos infectados, y que son usados como semillas en la siembra del año siguiente.
Los materiales mejorados por el CIP han sido de particular importancia para los programas nacionales más pequeños, que no tienen una producción de papa a gran escala que justifique un esfuerzo de mejoramiento de mayor magnitud ni presupuesto para conducir las costosas pruebas de patógenos y eliminación de virus que demandan una gran inversión de tiempo y que son necesarias para un mejoramiento exitoso. El número relativamente grande de variedades adoptadas en el áfrica sub sahariana también da una idea del éxito logrado en el suministro de materiales adaptados a zonas agroecológicas altamente heterogéneas.
Los materiales de mejoramiento del CIP se van a volver más importantes aún en el futuro debido a que la producción de papa en los países en desarrollo está creciendo mucho más rápido de lo previsto. El área y los rendimientos de la papa en las naciones en desarrollo se ha incrementado rápidamente desde inicios de los 60s; la producción ha crecido en más de tres veces y el área de siembra en más del doble.
Con un crecimiento en los rendimientos estimado en dos toneladas por hectárea, la extensa adopción de materiales del CIP ha generado un valor actual neto de más de US$120 millones y tasas de retorno de más de 20 por ciento debido a la inversión sostenida en los programas de mejoramiento de cultivos. Si se siguen desarrollando nuevos materiales y resultan exitosos en resolver las demandas de los agricultores, la superficie sembrada con variedades relacionadas con el CIP continuará incrementando los retornos a la inversión de los programas de mejoramiento de cultivos.
El fortalecimiento de los programas de mejoramiento en los países desarrollados, que buscan materiales avanzados y poblaciones para selección local, aumentará las posibilidades de que las variedades puestas en el mercado compartan su parentesco con los materiales del CIP.
En el actual contexto económico, el papel de la papa como un cultivo de primera necesidad se vuelve más y más importante debido a que los precios de los alimentos se cotizan en niveles más altos que en el pasado. Por lo tanto, el desarrollo y la disponibilidad de variedades apropiadas y tecnologías de cultivos son esenciales para satisfacer la creciente demanda de papa a precios asequibles para los pobres.
Fuente: www.argenpapa.com.ar
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