“La cadena agroalimentaria está tan
desequilibrada que no es sostenible, ni en España ni en Europa”. Así de
rotundo se mostró el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, tras el
encuentro que mantuvo en Bruselas con el comisario europeo de Mercado
Interior y vicepresidente del Partido Popular Europeo, Michel Barnier.
Tras la presentación hace unas semanas de un libro verde sobre prácticas
comerciales desleales en la UE, Ramos ha instado al comisario Barnier a
dar “pasos claros” que conduzcan a una legislación europea que
establezca una regulación que ayude a evitar las prácticas abusivas
constatadas en la cadena de suministro alimentario en la Unión, según
señala esta organización agraria en un comunicado.
En su nota, UPA resalta que el debate a
nivel europeo se ha dividido entre dos posturas: por un lado, los que
apuestan por establecer mecanismos de autorregulación entre los actores
del mercado y, por otro, los que defienden la imposición de contratos
obligatorios entre las partes que protejan al eslabón más débil: el
sector productor.
“La magnitud y el poder de algunos agentes –sobre todo, la
distribución- hace que sea imposible confiar en mecanismos voluntarios.
Los códigos de autorregulación han demostrado no funcionar. Por eso
pedimos transparencia y contratos obligatorios entre todos los eslabones
de la cadena agroalimentaria, tanto en España como en Europa”, han
explicado desde UPA.
El líder de UPA defendió ante Barnier y el resto de organizaciones
europeas presentes en el COPA-Cogeca la creación de la figura de un
mediador que arbitre en casos de conflicto entre las partes. “Las
prácticas abusivas, como la que se da en España con el uso de productos
reclamo como la leche o el aceite de oliva, deben prohibirse de forma
inmediata en todo el continente”, recalcó.
UPA cree que la negociación reforma de la PAC, que en estos momentos
llega a su fase final, está siendo una “oportunidad perdida”, al dejar
de lado la introducción de medidas de gestión de mercado orientadas a
mejorar la posición de agricultores y ganaderos en la cadena.
Por último, Ramos ha trasladado al comisario Barnier la convicción
de que una cadena agroalimentaria justa y equitativa es una garantía de
soberanía alimentaria y creación de puestos de trabajo, beneficiando
tanto a los agricultores y ganaderos, como a las industrias y
distribuidores y, principalmente, a los consumidores.
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